Sé que Sexo en Nueva York está pasado de moda ya pero, qué queréis, acabo de terminar de ver la segunda película que, efectivamente, ha resultado ser una gran mierda. Sin embargo, además de estas cosas que llamaron mi atención a lo largo de la serie, visionarla entera junto a los dos largometrajes me ha servido para sacar la conclusión de que Mr Big es un pitopáusico adinerado y que Carrie, que en la segunda película está claro que se ha operado las tetas por él, debería matarlo de un tiro espectacular de Hollywood en la tercera película. Un disparo que lo haga romper el gran ventanal de su apartamento neoyorkino y lo haga caer sobre el duro asfalto de Manhattan. Acto seguido, debería irse de compras, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario