Putas de ayer,

 hoy,

y siempre

Ayer estuve viendo a trompicones el peliculón mojón Hanna. En una parte de la película, la transparente prota pasa por España, ese país. Así es como los estadounidenses aún ven este remanso de paz y calidad de vida. Después de Youtube, Google Earth y Street View o de que Almodóvar, Pe y Ja despierten la curiosidad de ciudadanos que nos situaban en el siglo XX en el culo de México, aún no han aprendido UNA MIERDA.

El toro de Osborne (que dudo que se encuentre tan cerca de la carretera y con esas letras) y gitanos cantando flamenco. Ea.

Querido, dudo mucho que ese sea el traje con el que te sientas más cómodo. Para empezar, la tela esa no transpira, por lo que soléis oler a sobaco al más mínimo movimiento. Y para terminar, debe de haber en tu armario trajes de diseñadores internacionales a los que les puedes coser el escudo si quieres en el corazón, aunque me da a mí que estarías igual de cómodo sin él.

Querido español: APRENDE A ESCRIBIR DE UNA PUTA VEZ

Soy muy pro grupos de Facebook que animan a corregir la ortografía del internauta que debería primero aprender a escribir con lápiz del número 4 (ese que no emborrona, el del culito azul) y a leer antes de pasarse a la ciberesfera. Grupos que enseñan , por ejemplo, a distinguir entre los afamados "a ver" y "haber", o aquéllos ingeniosos que hacen frases chungas con "vaya, baya y valla" o para distinguir entre "haya", "halla" y "aya".

Sin embargo echo muchísimo en falta  uno que deje constancia de la ineptitud a la hora de apreciar  la JODIDA diferencia entre "deber + infinitivo" y "deber + de + infinitivo". Me pone EN-FER-MO. Periodistas, profesores, catedráticos de lengua, estudios sobre la incultura general de los estudiantes universitarios (¿no es, acaso, irónico en este último documento?)... Escucho y leo "deber + de + infinitivo" en absolutamente todas partes y no puedo soportarlo más.

Dios sabe que mi ortografía, gramática y, sobre todo, caligrafía, no son perfectas. Pero que mi caligrafía sea vomitiva no impide que yo, señor feudal de este mi blog, pueda intentar salvar mi vista y mis oídos.

Mr. Big: Ese gran pitopáusico

Sé que Sexo en Nueva York está pasado de moda ya pero, qué queréis, acabo de terminar de ver la segunda película que, efectivamente, ha resultado ser una gran mierda. Sin embargo, además de estas cosas que llamaron mi atención a lo largo de la serie, visionarla entera junto a los dos largometrajes me ha servido para sacar la conclusión de que Mr Big es un pitopáusico adinerado y que Carrie, que en la segunda película está claro que se ha operado las tetas por él, debería matarlo de un tiro espectacular de Hollywood en la tercera película. Un disparo que lo haga romper el gran ventanal de su apartamento neoyorkino y lo haga caer sobre el duro asfalto de Manhattan. Acto seguido, debería irse de compras, claro.

Cosas que me han llamado la atención de Sexo en Nueva York

A falta de ver las dos películas con sobreaviso de lo mierdera que es la segunda, he ido recopilando, a partir de la 3ª temporada de la serie, algunas cosas que me han dejado DA WHAT?

Si ayudas a un hombre en dificultades sin dudar de sus facultades,

si eres bella sin ser vanidosa,

si eres viva, pero no fastidosa,

muy experimentada sin mostrar edad,

amable y sonriente, pero nunca mordaz,

si sabes mecanografiar, tomar nota, telefonear,

dar a luz a la hora de desayunar...

Entonces mejor que arquitecta, ingeniera o ministra,

a salvo, lejos de las cumbres donde él brilla,

serás secretaria, hija mía.

Mi primera vez

Mi  primera vez, la típica de la que todo el mundo habla siempre, no merece mención. Me ha parecido mucho más excitante poner mi primera lavadora, tenderla, hacer mi primer plato en la cocina, un gazpacho andaluz, comer carne de ciervo por primera vez y conocer al primer heterosexual que se hace pasar por gay. Está siendo un gran verano.

Fotografía de ella

Arenal Sound 2011

Acabo de volver del Arenal Sound. Ha sido un auténtico pozo de mierda literalmente, porque ha habido mucha  gente y pocos váteres. Y eso era lo que movía el cotarro allí: Nadie hablaba de MÚSICA sino de mierda y las ganas de volver a casa. Pero ha sido el mejor festival de toda mi vida.